Así se vivió la marcha de Generación Z en distintos estados de México con gran participación.

Galeria: Marcha Generacion Z 2025

   Toluca, Estado de México, 16 de noviembre de 2025. Miles de personas, principalmente jóvenes, participaron este sábado en las marchas convocadas por el movimiento Generación Z, con el objetivo de expresar su hartazgo ante la violencia, la inseguridad y la corrupción que persisten en México. La movilización también tuvo un enfoque central: exigir justicia por el asesinato del alcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo.

   Rafael Arenas, integrante del movimiento, indicó que estas protestas buscan “generar visibilidad para impulsar un cambio real en nuestro país”. En la mayoría de los estados, las movilizaciones se desarrollaron de manera pacífica, aunque se registraron incidentes menores en Morelia, Puebla y Jalisco, donde un pequeño grupo de manifestantes protagonizó actos vandálicos.

Movilizaciones en los principales estados

   En Guadalajara, Jalisco, la marcha fue una de las más concurridas, reuniendo a más de 10 mil personas. Los manifestantes expresaron su indignación por el asesinato de Carlos Manzo, así como por la violencia y la corrupción generalizada en el país. Alejandro Márquez, uno de los participantes, aseguró que “este es el momento indicado para manifestar nuestra inconformidad con nuestro gobierno… tenemos que alzar la voz y no quedarnos callados”. Al arribar a Casa Jalisco, se guardó un minuto de silencio en memoria del edil de Uruapan. Sin embargo, hacia el final, un grupo se separó y vandalizó el Palacio de Gobierno, enfrentándose a la Policía. Esto derivó en el uso de agua a presión y gas lacrimógeno, con 20 personas detenidas.

   En Puebla, Puebla, alrededor de 3 mil manifestantes recorrieron el Centro Histórico, apoyados por organizaciones de madres buscadoras, colectivos católicos y comerciantes de la Central de Abasto. Un grupo se dirigió hacia Casa Aguayo, sede del gobierno estatal, derribando algunas vallas metálicas colocadas por policías. A pesar de la tensión, no se reportaron detenciones, y la protesta logró transmitir su mensaje de manera pacífica.

   En Morelia, Michoacán, la protesta exigía la revocación de mandato y justicia por Carlos Manzo, cuyo homicidio impulsó la movilización. La jornada se vio empañada cuando un grupo lanzó objetos contra la Policía que resguardaba el Palacio de Gobierno. La respuesta de la Guardia Civil incluyó la agresión a periodistas, con un fotógrafo detenido y la periodista Liliana Jiménez herida.

   En la ciudad de Uruapan, Michoacán, cientos de personas participaron para exigir justicia por el homicidio de Carlos Manzo. Frente al Palacio Municipal, los manifestantes colocaron un ataúd simbólico, guardaron un minuto de silencio y entonaron el Himno Nacional Mexicano, dejando un mensaje claro sobre la exigencia de rendición de cuentas.

   En Culiacán, Sinaloa, los manifestantes partieron del templo de la Catedral hacia el Palacio de Gobierno, denunciando la violencia persistente en el estado y manifestando su descontento contra el gobernador Rubén Rocha. Las consignas reflejaron el hartazgo de más de un año de inseguridad en la entidad.

   En el Valle de Toluca, Estado de México, más de 1,500 personas marcharon para demandar mayor justicia y seguridad, además de expresar su preocupación por el desabasto de medicamentos y la falta de respuesta ante casos de desapariciones en la región.

   En Monterrey, Nuevo León, cerca de mil personas, principalmente adultos mayores, se reunieron en la Explanada de los Héroes para protestar contra el Gobierno Federal y las políticas de la presidenta Claudia Sheinbaum, mostrando la diversidad generacional que se sumó a la causa de Generación Z.

   Finalmente, en Hermosillo y Nogales, Sonora, decenas de jóvenes realizaron protestas para denunciar injusticias del sistema, enfatizando que no se deben dejar impunes casos como los incendios de la Guardería ABC y la tragedia de la tienda Waldo’s.

Impacto y mensaje del movimiento

   Estas movilizaciones reflejan un descontento generalizado, principalmente entre los jóvenes, ante la falta de seguridad y justicia en el país. La Generación Z, al concentrar esfuerzos en distintas ciudades, logra visibilidad nacional para sus demandas y busca que los gobiernos locales y federales respondan con acciones concretas. Rafael Arenas enfatizó que estas manifestaciones son pacíficas y tienen un mensaje claro: “No estamos dispuestos a permanecer indiferentes ante la violencia y la corrupción”.

   El alcance del movimiento también deja un mensaje político importante: la juventud se organiza y se manifiesta de manera constante, exigiendo cambios estructurales que puedan mejorar la calidad de vida y garantizar la seguridad de los ciudadanos.